El finde pasado fue la primera parada del gran carrusel de bodas que me espera en el verano.
Me ha encantado el final: todas las bodas son iguales. Cada una es excepcional.
Magistral
46 y sigo llorando en todas las bodas a las que asisto. Ese sentimiento de creer que sí, que existe eso del amor sincero me sobrecoge una y otra vez. Y luego como todos, a bailar y disfrutar que ya pararemos si la música deja de sonar…
Me ha encantado el final: todas las bodas son iguales. Cada una es excepcional.
Magistral
46 y sigo llorando en todas las bodas a las que asisto. Ese sentimiento de creer que sí, que existe eso del amor sincero me sobrecoge una y otra vez. Y luego como todos, a bailar y disfrutar que ya pararemos si la música deja de sonar…