Todas las redes sociales tienen su propio lenguaje. En Instagram da la sensación de que te lo podrías ahorrar. En Twitter, la vida se divide entre los exabruptos del Team Facha y las torsiones imposibles del lenguaje de la izquierda (hay un muro de Berlín bastante gracioso entre ambos). Facebook y los grupos de Facebook son básicamente la deepweb. Youtube es un lugar extraño: la gente dice “le puse esta canción a mi perro y ahora es traficante”. TikTok me ha convertido en anciano.
Curiosamente LinkedIn escapa de la crítica habitual. El dedo índice señala a Instagram por su superficialidad y su rollo aspiracional, pero lo que hay en LinkedIn es tan falso como el mejor atardecer desde el mejor cocotero de la mejor isla de las Maldivas. Nadie dice del todo la verdad. Ni siquiera maquilla los hechos en su idioma. ¿Por qué hasta el becario más local y menos conectado de España refleja todos sus supuestos méritos académicos y profesionales en inglés, cuando ha estudiado en español y trabaja en español y sus compañeros y todos sus contactos son españoles? ¿Por qué dice “top tier” o “disruptive management”? Es el equivalente contemporáneo a llamar Usnavi o Kevincosme a tus hijos.
De los latinos siempre se dice que somos reacios a vendernos, a diferencia de los norteamericanos. Esto da para muchas comparaciones (catolicismo vs protestantismo, sol vs lluvia, aceite de oliva vs mantequilla…). No sé yo. Lo cierto es que LinkedIn es estilo yanqui hasta las cejas: puro self-promotion que además incurre en otro de los males de nuestro tiempo: la uniformidad. Todo el mundo tiene las mismas fotos (ellos, de traje y brazos cruzados, en actitud orgullosa, con aplomo, mostrando su perfil derecho; ellas, más sonrientes, brazos relajados, una mirada serena y primando perfil izquierdo). También, en mayor o menor medida, los mismos puestos de trabajo. La misma nomenclatura. Las mismas reacciones y comentarios a las cosas.
Amazing experience. Congratulations to all the attendees.
Had a wonderful week at Progress Future Innovation Summit. Very inspiring! We even had some time to enjoy a local beer.
Grateful for being listed by Nails To Watch as one of the Top 100 under-30 nail salon owners in Chamberí, Madrid, Spain.
Dejando a un lado la sección de “experiencias de voluntariado” (que merecen un Sonajero aparte) el postre del banquete son las habilidades personales. Aquí entra todo sin freno. Bakalá. Luego la realidad es demoledora. El de las proactive skills es más vago que una piedra. La de leadership and communication balbucea al hablar en las reuniones. El puto amo del analytical approach toma las decisiones según sople el viento ese día. ¡Ay, qué bonita sería la vida si todo sucediese tal y como lo contamos! Y menudo puestazo tendríamos.
FLECHITA PARA ARRIBA
El comunismo. Genocidios, gulags y una turra intelectual que llega hasta nuestros días. Eso sí, no tenías que construirte una marca personal.
Mi madre, María de la Vega. El pasado jueves presentó en la Galería Vilaseco (A Coruña) su libro sobre la obra del pintor gallego Antonio Murado. Un texto que el propio Murado ha definido como “el mejor que escribieron sobre mí”.
FLECHITA PARA ABAJO
El inglés. Senior Business Analyst. Junior Corporate Associate. CCO & Finance Market Research. Trade Media Ballsack Operations Popcorn Jesus Compliance.
Las historias de superación. Son más o menos mentira, y las que son verdad no están en LinkedIn.
Después de esta lluvia ácida, decir que respeto mucho a todo el mundo que está en LinkedIn. Es casi un deber profesional, no una elección propia. Y si lo es, también lo respeto.